jueves, 3 de noviembre de 2016

caso 349

  Paciente de 50 años con dolor en el primer dedo del pie izquierdo de meses de evolución, que ha empeorado tras la ingesta de mariscos el hace 2 días.








A cerca de las siguientes imágenes, señale la FALSA:
  Se observa una masa de partes blandas de intensidad de señal intermedia en secuencias T1 y T2
  Tras la administración, de contraste, se aprecia un leve realce de la lesión.
  El primer metatarsiano se ve claramente infiltrado por la masa.
  Es compatible con un tofo en un paciente con gota crónica
  En RM los hallazgos en fase aguda de esta patología son inespecíficos (derrame articular, engrosamiento sinovial).

A cerca de las técnicas de imagen en las patología inflamatorias articulares, señale lo INCORRECTO:
  La placa simple es útil para valorar la disminución del espacio articular (como un signo indirecto de la pérdida de cartílago).
  La ecografía podría ayudar en identificar el grado de vascularización y la presencia de inflamación en los tendones y entesis.
  En condiciones normales, la grasa de la médula ósea aparece en secuencias T2 con hiperintensidad de señal.
  Secuencia STIR es sensible para la detección de agua libre, siendo útil para la valoración de colecciones intraarticulares o edema intramedular.
  Secuencia potenciada en T1 con supresión grasa tras la administración de contraste (gadolinio) se añade para valorar los cambios inflamatorios.

Ante la disminución de un espacio articular, es importante diferenciar una etiología inflamatoria de una condición degenerativa. Las inflamaciones articulares se caracterizan por la presencia de erosiones óseas marginales, osteopenia, tumefacción de tejidos blandos, y la pérdida uniforme del espacio articular. Ante la presencia de estas características y con la ayuda de un algoritmo diagnóstico, es posible diferenciarlas de las causas degenerativas. Las técnicas de imagen ayudan a orientar el diagnóstico. Según la sospecha clínica y los hallazgos a valorar, se deben seleccionar las técnicas de imagen más adecuadas para el paciente. Rayos X: erosiones óseas, subluxaciones, desmineralización, disminución del espacio articular (como un signo indirecto de la pérdida de cartílago). Ultrasonido: hiperplasia de tejido blando, el grado de vascularización y la presencia de inflamación en los tendones y entesis. RM: edema óseo y de tejidos blandos, hiperplasia y destrucción ósea, así como la presencia e incluso el grado de vascularización tras la administración de contraste. Tres secuencias de RM son especialmente útiles para la valoración de estas enfermedades: Secuencia potenciada en T1: evalúa cambios estructurales (crónicos). Permite una buena diferenciación de estructuras anatómicas. En condiciones normales, la grasa de la médula ósea aparece con hiperintensidad de señal. Secuencia STIR o secuencia potenciada en T2 con supresión grasa espín-eco rápido (FSE) permite la visualización de los cambios agudos relacionados con la inflamación. Además es sensible para la detección de agua libre, siendo útil para la valoración de colecciones intraarticulares o edema intramedular. Secuencia potenciada en T1 con supresión grasa tras la administración de contraste (gadolinio) se añade para valorar los cambios inflamatorios. Esta secuencia muestra hiperintensidad de los tejidos inflamados, altamente vascularizados. RM dinámica: permite evaluar el grado de captación sinovial y la tasa de mejora. Un realce temprano con alta tasa de captación de la membrana sinovial presenta una buena correlación con los marcadores de inflamación y con la valoración histológica de la sinovitis.

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